En mitad de una zona nevada y deshabitada, Charlotte recoge a Max, un autoestopista. Al cabo de un rato, paran en un restaurante de carretera y, cuando Max no vuelve del baño, Charlotte empieza a buscarle sin resultados. Durante la noche, Charlotte decide regresar al restaurante, pero termina siendo secuestrada por la dueña del mismo, La Spack, quien resulta ser la madre de Max y que necesita alimentar a sus hijos, la manada, una terrorífica jauría de pequeños cadáveres sedientos de carne humana. Ahora Charlotte debe enfrentarse a la terrorífica realidad: esos monstruos ya están muertos… y muy hambrientos. Sola y en mitad de la nada, pronto se da cuenta de que ella es el próximo plato del menú.