Durante veinte años, Marion ha vivido a la sombra de Olivier Queyras - su mentor, marido y jefe - antes de encontrar el coraje para romper esa relación de dependencia. Ahora ya convertida en principal asociada de su propio bufete, y sintiéndose responsable de la murte de una mujer a la que asistía, Marion decide defender a la hija de la víctima. Al mismo tiempo, Queyras toma la defensa de Laurent, presunto culpable, y pretende con ello resarcirse de la ofensa que supuso el divorcio para su orgullo. En la sala, Marion se va a jugar su carrera y quizás algo más también.